jueves, 4 de junio de 2009

La guerra del tenis



El deporte más ganador de Chile en los últimos años,es el tenis. Con medallas olímpicas, títulos mundiales por equipo, dos “Top ten”, diversos campeonatos del circuito y con uno de los mejores jugadores de la historia, como lo es Marcelo Ríos.

El problema de la “Familia del tenis” tiene que ver con el manejo que existe en el país. Donde las decisiones pertenecen a los dueños de los clubes, que en pos de intereses personales no han permitido una seria política de desarrollo deportivo.

Hasta hace 5 años, época dorada de Massu y González, el poder estaba en manos de Andrés Fazzio, dirigente relacionado con la Universidad Católica y progresista empresario, que consiguió devolver a Chile al grupo mundial de Copa Davis, esto junto a Horacio de la Peña.



Por qué son importantes estos datos, muy simple, durante este tiempo los relegados fueron los dirigentes de clubes, los mismos que por años habían estado alejados del poder. Y para quienes tanto Fazzio como los exitosos hermanos Fillol, no podían tener ingerencia en las decisiones del tenis chileno.

Los Fillol, con su empresa familiar le han dado vida por 16 años al único Atp de Chile, y más sólido de Sudamérica. Jaime Fillol es una estrella mundial, pues es uno de los creadores del actual circuito Atp, por lo que no se entiende como puede estar fuera del tenis de su país.



Lo esgrimido por los actuales mandamases, apunta a que los Fillol no pueden controlar todo el tenis Chileno, calificándolo de monopolio. Por lo mismo, desde hace 5 años de la mano de Jose Hinzpeters y Hans Gildemeister han tratado de darle poderío y solvencia.

Cosa que no ha ocurrido, aún no hay estadio, tampoco figuras juveniles y lo que es peor la decisiones se siguen tomando en base a amistades más que a resultados. Quién es el bueno y el malo de esta historia te lo contamos pronto...y depende de que diario leas.

1 comentario:

  1. vale vale, el tenis es uno de los pocos deportes en los que realmente somos buenos y lo manejas solo los poderosos, asi nunca nos perfecionaremos en algo que si somos buenos

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